viernes, 4 de septiembre de 2015

AMISTAD




   Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino. Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, más otras apenas vemos entre un paso y otro.

  Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos. A algunos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón.Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz. Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces es llamado un amigo enamorado. Ése da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies.

  Mas también hay amigos por un tiempo, tal vez algunas vacaciones, o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro durante el tiempo que estamos cerca. Siempre aparecen entre una hoja y otra... El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos alguna de nuestras hojas, algunas nacen en el verano y otras permanecen por muchas estaciones.

  Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino. Te deseo hoja de mi árbol, amor, salud, suerte, prosperidad. Hoy y siempre... simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única... Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevaron mucho, pero no habrá los que no nos dejarán nada. Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad...

  Jorge Luis Borges

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una bonita poesía, que es conveniente leer de vez en cuando.